A falta de solo 100 días para la boda del príncipe Guillermo y Kate Middleton, el debate sobre la línea de sucesión a la Corona se ha reavivado en el Reino Unido, donde la prevalencia del hombre sobre la mujer es considerada retrógrada y discriminatoria.
Guillermo, de 28 años y segundo en la línea de sucesión, contraerá matrimonio el 29 de abril en Londres con Kate Middleton, una joven de clase media de 29 años que ha sido su novia desde su primer año de Universidad.
El enlace de la pareja constituye «el momento oportuno para examinar el tema», argumentó el diputado laborista Keith Vaz al presentar el martes en la Cámara de los Comunes un proyecto de ley para modernizar la legislación vigente desde hace más de 300 años.
Según el «Act of Settlement» («Acta de establecimiento») vigente desde 1701, si la pareja tuviera una hija y luego un varón, éste arrebataría automáticamente el lugar detrás de su padre a la primogénita, que sólo reinaría en caso de no tener hermanos, como es el caso de la actual soberana Isabel II.
La ley, que también excluye a los católicos del trono y prohíbe a los monarcas casarse con personas de esa religión, estaba aparentemente destinada a apartar del trono a la dinastía Estuardo.
La prensa británica recordaba sin embargo este miércoles que este proyecto de ley es el undécimo intento en tres décadas de enmendar el Acta de establecimiento, y que los 10 anteriores fracasaron por falta de respaldo del Gobierno.
Un portavoz gubernamental confirmó este miércoles que se trata de «un asunto complejo y difícil» aunque admitió que «el Gobierno acepta que hay disposiciones en la Ley que pueden ser consideradas discriminatorias».
La complejidad es indudable puesto que al ser el monarca británico soberano de otros 15 países -incluidos Canadá, Australia y Jamaica-, cualquier enmienda requeriría modificar al mismo tiempo las legislaciones locales.
El portavoz gubernamental precisó que las discusiones «continúan» con los países de la Commonwealth que resultarían directamente afectados por una eventual modificación de la ley.
Interrogado por AFP, un portavoz del Palacio de Buckingham, la residencia oficial de Isabel II, se limitó a decir que era «un asunto para el gobierno», aunque según una fuente anónima citada por el diario Daily Mail la familia real británica estaría «preocupada».
La preferencia del hombre sobre la mujer en la línea sucesoria ya ha sido eliminada en la mayoría de monarquías europeas, como Holanda, Noruega, Dinamarca, Bélgica y Suecia, donde la princesa Victoria está llamada a suceder un día a su padre, Carlos Gustavo, pese a tener un hermano.
En España, donde al igual que el Reino Unido todavía existe esta discriminación siempre y cuando la mujer y el varón ocupen el mismo grado, el debate resurgió tras la boda del heredero, Felipe, con la periodista Letizia Ortiz en 2004, y el Gobierno se mostró dispuesto a llevar a cabo algunas reformas constitucionales.
Sin embargo, el hecho de que los príncipes de Asturias hayan tenido hasta la fecha dos niñas aplazó por el momento la reforma, igualmente complicada al requerir la disolución de las Cortes y la convocatoria de nuevas elecciones.
-AFP-